Jornada 23. Otra dura derrota

UD SOCUELLAMOS - MORA CF (4-0)

El balón comenzó a rodar con tímido dominio del Socuéllamos. Los de Ciudad Real saltaron al terreno de juego con las ideas muy claras y en su primera aproximación acertaron. Javi Bolo ganó la espalda a la zaga toledana y con un tiro sutil batió a Buyo. El cancerbero logró rozar el esférico, pero no lo suficiente como para impedir que el balón muriera al fondo de su portería. Los de Ángel García Cosín gozaban de la posesión y Alfonso, como siempre muy activo, llevaba de cabeza a la defensa del Mora. Los centrales blancos no sabían si tapar al ariete y guardar la posición y eso producía desbarajustes en el eje. La falta de colocación de los hombres de Carlos Viso pudo costarle muy caro al Mora ya que Kike a punto estuvo de firmar el segundo tras un excelente pase en profunidad de Alfonso.

Poco a poco, los toledanos fueron despertando de su letargo y empezaron a ganar terreno. Noé disfrutó de la primera gran ocasión de los de Viso tras una excelente jugada por banda derecha de Portillo. El ariete controló en la frontal, pero no logró perfilar bien su disparo y el balón se marchó alto. Poco antes de llegar al final del primer acto, Mensha gozó de una últiam oportunidad, pero tampoco esta vez logró subir el 2-0 al luminoso.
Tras el paso por vestuarios, el conjunto socuellamino arrancó de la mejor manera posible, marcando. Nueva jugada triangulada entre Javi Bolo y Alfonso que acabó al fondo de las mallas. Alfonso ganó la línea de fondo asistió para el punta que sólo tuvo que poner la cabeza para mandar el balón a la red. El 2-0 noqueó al Mora que quedó absolutamente roto. Con su rival grogui, Bienve firmó el tercero. El centrocampista aprovechó un penalty cometido sobre él mismo de César para batir a Buyo.

Partido sentenciado. Con el 3-0 el Socuéllamos dejaba el choque visto para sentencia, pero antes de llegar al 80´ de partido, Kike Domínguez se despidió del terreno de juego con el cuarto. Domínguez galopó con el balón controlado y desde la frontal envió un obús imposible que se coló por la escuadra toledana.
Con el 4-0 en el luminoso, los de García Cosín quitaron el pie del acelerador y se limitaron a temporizar. Su rival estaba fundido y no logró tirar ni una sola vez a portería en la segunda mitad.