VILLARRUBIA CF - MORA CF
3-2
1-0 Quesada (m. 22)
2-0 Jesute (m. 29)
2-1 Villa (m. 55)
2-2 Oliván (m. 77)
3-2 Moraga (m. 88)
Mucho se esperaba del
Villarrubia tras los malos resultados obtenidos en sus dos últimos
desplazamientos, y lo cierto es que los jugadores salieron para
resarcirse y brindar buen juego a su afición y ante todo conseguir la
victoria para sumar los tres puntos ante el Mora. Comenzaron con ritmo
adueñándose del esférico, controlando el juego y con la actitud que se
esperaba del equipo, así los puntas alternaban sus posiciones llegando
con peligro a la portería que defendía Puma, un medio campo triangulando
con clara superioridad sobre los de Mora.
Así llegó el primer gol en el minuto 21, Jaime controla en su parcela,
pasando rápidamente a Jesute que cambia la dirección del juego hacia la
banda de Cuadrado, entrando con fuerza por la derecha con centro al área
donde Quesada implacable remata enviando el balón al fondo de la
red.Error defensivo en el min. 29 dejando el balón a Jesute en uno
contra uno que resuelve favorablemente tras regatear al portero y marcar
el 2-0 a puerta vacía, ante el delirio de una afición necesitada de
tranquilidad, así se llegó al descanso con un claro resultado que hacía
presagiar un mayor resultado.
Saltan al terreno de juego los jugadores locales con el aplauso de una
afición agradecida, pero algo pasa o pesa en el animo de los chicos de
Guillermo que repiten su secuencia deportiva, un partido es la primera
parte y otro partido totalmente distinto es la segunda parte, dando la
sensación que en el vestuario dejaron su saber futbolístico, de lo que
el rival decide aprovechar, más cuando a los diez minutos Villa consigue
reducir distancia tras el lanzamiento directo desde fuera del área,
salvando la barrera para colocar el balón donde las telarañas habitan
cómodamente y que Rafa solo pudo tocar con la mano.
El gol sirvió de acicate para los toledanos y de puntillazo para los
blanquiazules que se encierran en su medio campo, dando pelotazos al
aire como si el balón les quemara, olvidando que hasta ese momento eran
mejores técnica y tácticamente que ellos, por ello llega el min. 58 para
que Rafa se luzca en tiro raso pegado al palo del extremo Pablo.
La temerosa táctica villarrubiera de esconderse en su área en las
faltas contra su portería, así como en los corners facilita que el rival
suba con la totalidad de su equipo en busca de cualquier remate o
despeje, generalmente obteniendo su fruto, e impidiendo el contraataque
del equipo presionado, toda vez que no tiene ningún hombre en punta.
Este acoso tiene su premio en el minuto 77 consiguiendo Oliván al
recoger una serie de rechaces dentro del área, con tiro raso al que Rafa
no puede llegar tras la estirada realizada, obteniendo el empate para
su equipo que ya lo pudo obtener cinco min. antes Portillo si hubiera
acertado con el cabezazo que envió el balón junto al palo, cuando gozaba
de una cómoda posición.
Aquí estuvo el resorte de los jugadores de Guillermo, que supieron
desprenderse de la tensión o del miedo y volvieron a jugar el fútbol,
quisieron ganar el partido por su afición y quizás por ellos mismos,
cogieron el toro por los cuernos y en el minuto 83 Luque tuvo su ocasión
en la boca de gol, cuando ya se daba el partido por acabado, Jesute
envía a la banda izquierda para que Moraga tras dar unos pasos lanza un
zurdazo cruzando el balón al lado opuesto donde defendía el portero.
Hubo cinco minutos más de prorroga, pero ahora sí los chicos, crecidos,
fortalecidos y reconocidos no dejaron respirar al rival hasta que el
árbitro pitó el final.
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