Imagén del partido entre Madridejos y Mora |
Con todo, cabe decir que los locales dominaron de manera territorial y que quizás merecieron un mejor resultado, pero se mostraron erráticos en la definición y acabaron pagando muy cara su falta de puntería.
Los hombres de Kiko Vilches tenían aprendida la lección ante los de Sergio Rubio. Y quizás por eso el comienzo del partido fue lento, con dos onces muy disciplinados en lo táctico, sin tomar riesgos y buscando dominar en la parcela ancha del campo. La primera media hora corrió veloz, sin demasiadas aproximaciones a las áreas ni ocasiones de peligro de verdadera importancia.
El Madridejos no se sentía cómodo con la pelota y la hacía circular siempre de manera poco productiva para sus intereses. Por su parte, los visitantes se dedicaban a defender con uñas y dientes y, sólo en las jugadas de estrategia o en pelotas a la espalda de la defensa, llevaban cierta inquietud a las filas locales. El choque parecía abocado a un descanso sin goles, pero al final los visitantes lograron adelantarse en el marcador. El primer gol llegó en el tramo final, en una falta botada por Dani, rechazada por Juli y que Alberto, atento como nadie, remató con la testa a la red. El Mora se adelantaba y el Madridejos llegaba al tiempo de descanso en desventaja.
En la segunda mitad, el Madridejos lo siguió intentando con coraje, pero le faltó calidad para imponer su ley y generar peligro. Con todo, el empate local llegó al poco del reinicio en una acción personal de Elie en la que Buyo rechazó finalmente y José Ángel cogió el rebote para marcar.
Tras la igualada, el encuentro entró en una fase muy emocionante, con los locales mandando ante un Mora que cada vez reculaba más. Sin embargo, a la hora de juego llegó la jugada del partido que dejó a la grada sorprendida. El meta visitante Buyo volvió a hacer el enésimo saque de puerta en largo pero en esta ocasión, además de sacarlo larguísimo, tuvo la fortuna de que la pelota botara ante defensa y portero y se colara en la portería de Miguel Ángel, que no se creía lo que había pasado. Un golazo de portería a portería que será muy recordado en la categoría y especialmente por Buyo, aunque también por su colega Miguel Ángel, que no tuvo su tarde.
Tras el gol, el Madridejos siguió dominando la pelota por completo, pero sin tener ideas buenas en ataque, donde nunca encontraron el último pase o el disparo a puerta acertado. Con muchos nervios en ambas escuadras, a diez para la conclusión el visitante Bulga sentenció en una falta directa muy bien botada. Finalmente, a uno de la conclusión, los locales se quedaron con uno menos por expulsión de Vampi y el partido quedó totalmente decidido.
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