MORA CF - CD PEDROÑERAS (0-0)
El
Mora y el Pedroñeras empataron a cero en una tarde en la que las
acciones ofensivas brillaron por su ausencia. El resultado puede
considerarse justo, si bien el Pedroñeras creó algunas acciones de
notable peligro y hubiera podido llevarse los tres puntos de no ser por
el acierto que mostró el meta local Buyo bajo los palos.
El partido fue muy físico y emocionante, pero con poco fútbol de
calidad, sobre todo en el centro del campo. El Mora inició el encuentro
con un gran nivel de juego, mostrando mucha frescura a la hora de
enlazar jugadas y crear profundidad en sus combinaciones. Así, en los
primeros compases de la contienda, Mínguez tuvo en sus botas una ocasión
para batir a Juli, pero su disparo -cuando se encontraba en el área
pequeña- fue directamente a las manos del meta visitante, que detuvo con
comodidad. De una acción parecida dispuso el delantero Gustavo tres
minutos más tarde. En esta ocasión, el esférico quedó en poder del meta
Buyo.
En el tramo final de la primera mitad, el Pedroñeras se mostró muy
peligroso en los contragolpes debido a la poca presión que estaban
ejerciendo los hombres de Kiko Vilches. Por ello, el Pedroñeras dispuso
de dos ocasiones para inaugurar el marcador. La primera se produjo en el
minuto 37, después de que Pedro se quedara solo ante Buyo, que salvó
los muebles con una gran intervención enviando el balón a córner.
Seis minutos más tarde, Gustavo, capitán de los conquenses, tuvo
también en sus botas la opción de adelantar a su equipo en una acción
similar a la que disfrutó su compañero Pedro. Al igual que él, remató a
bocajarro pero Buyo, muy atento, envió a saque de esquina la pelota ante
el aplauso de la grada.
Sin fruto. En la segunda mitad, el Mora parecía que se iba hacer con el
dominio del partido pero no pudo superar el férreo sistema defensivo
que impuso José Luis Sepúlveda, preparador del Pedroñeras.
Avanzaba el encuentro y el Mora rondaba el área rival, pero sin crear
ocasiones de peligro. Por el contrario, tener sus líneas adelantadas
hizo que el cuadro blanco dejara huecos defensivos que aprovecharon los
visitantes para crear peligro. La primera de esas ocasiones llegó en el
minuto 76, en una acción que finalizó con un derechazo de Charco desde
la frontal del área que despejó Buyo.
Los últimos quince minutos del encuentro fueron un auténtico ir y venir
de ambos equipos sobre las dos porterías. A cada ataque del Mora
respondía el Pedroñeras, pero las intentonas de las dos escuadras no
eran lo suficientemente claras como para asustar a los respectivos
guardametas. De esta manera se llegó final del envite con empate sin
goles. Sin duda, el jugador más inspirado del partido fue Buyo, que
salvó a los morachos en momentos decisivos.
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