HELLIN DEPORTIVO - MORA CF (1-2)
El Hellín está pidiendo a
gritos la hora de una liga que se le empieza a hacer muy larga, algo
lógico, por otra parte, ante el trasiego de problemas que lleva a la
espaldas desde que práctciamente comenzó la competición. Y ayer se
volvió a poner de manifiesto que este clima de incertidumbre comienza a
ser una tortura que se traduce por lagunas puntuales que cualquier
equipo, en el fútbol moderno de hoy día, puede aprovechar. Fue el caso
del Mora, un equipo que engrosó la lista de conjuntos que han sacado la
victoria del Santa Ana esta temporada.
Enfrente un Mora que llegó tras una semana muy complicada con el cambio
de técnico y en una mala racha de resultados; con jugadores de calidad,
como Josué, Noé o Portillo pero, sin duda, el gran triunfador de la
tarde fue Pablo que, a pesar que por motivos laborales llegó muy justo
al partido, la espera mereció la pena para su equipo, porque fue el gran
protagonista de la remontada con detalles muy complicados de ver en el
fútbol de Tercera.
A pesar de las bajas, Yoyo Ocaña sacó un conjunto competitivo al
encuentro. Pero, precisamente, fueron los toledanos, con más urgencias
en la tabla, los que crearon la primera ocasión de peligro en el minuto
siete, en una falta lateral que se le envenenó al portero del conjunto
hellinero, pero, en el segundo palo, Shola evitó in extremis el remate
del jugador del Mora que se había sumado al ataque.
En el animado comienzo del partido el Hellín pudo ponerse por delante
en el marcador en la acción de Víctor que, en su intento de despejar,
envió el balón a su propia portería, aunque Buyo, en una gran
intervención repleta de reflejos, porque el remate fue muy cerca, desvió
el balón a la esquina.
En uno de esos lanzamientos desde el córner iba a venir el gol de
Adrián Rodríguez, al aprovechar el despeje en el área chica que, entre
una nube de jugadores, alojó como un obús al fondo de las redes. A
partir de ahí, el partido se echó una siesta, aprovechando el sol de la
tarde casi primaveral, con un Hellín replegando para intentar salir a la
contra con la velocidad de Casiano y Rony, ante un Mora que tomó el
mando de las operaciones, pero sin crear verdadero peligro.
Muy distinta, desde luego, fue la segunda mitad en la que, de
inmediato, el míster del Hellín movió el banquillo con la salida de
Lucas por Rony. A renglón seguido vino el jugadón de Pablo dentro del
área del conjunto hellinero, marchándose de todos los jugadores que, en
una baldosa, le salieron al paso, hasta que Adrián llegó tarde y lo
arrolló.
El penalti lo transformó por el centro Portillo en el empate a uno en
el marcador. El Hellín quedó tocado, sobre todo en el ánimo, con el gol,
y se tuvo que plantear, sobre la marcha, otro partido, pero ya más
cansado y con otro palo más en la moral a cuestas. Difícil empresa que,
sin embargo, pudo cambiar Gerard en el minuto 17, en un saque de esquina
que, algo escorado en el segundo palo, cabeceó ligeramente desviado.
El partido se rompió y se convirtió de ida y vuelta, aunque con la
sensación que el Hellín, salvo alguna acción aislada o genialidad
individual de alguno de sus jugadores de mayor calidad, lo iba a tener
complicado para volver a ponerse por delante; algo que pudo hacer el
Mora en el minuto 26.
Hasta que se llegó a la jugada clave del partido, en el minuto 76, tras
el centro por la derecha de Noé que, en un gran gesto técnico, controló
en pleno vuelo del balón Pablo. A la media vuelta probó la fortuna que
encontró al no poder blocar Edu un balón que, en principio, no entrañaba
peligro. Quedaba un cuarto de hora para el final, en que el Mora movió
su banquillo para ganar tiempo, y donde aún se vieron un par de
genialidades de Pablo antes de ser sustituido.
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